Ecolectia, proyecto de integración
Ecolectia es mucho más que un proyecto de comercio justo, es una apuesta por la integración de las personas.
Ha habido algunas voces críticas, que no compartimos, diciendo que el comercio justo es un negocio basado en la caridad por parte de oenegés en las que se pone a trabajar a personal voluntario sin darles un salario, lo cual es una contradicción ya que en la cadena Fairtrade se ha de pagar la actividad en cada un punto de desarrollo, desde la cosecha al comercio.
Estas críticas no saben que los voluntarios trabajan cediendo su tiempo “por voluntad” y que es una manera de tener ocupados a sectores de la población inactivos que dan un valor añadido. Nosotros en cambio, vamos más allá y creemos que el valor añadido es integrar a personas migradas.
El equipo de Ecolectia lo conforman personas que son formadas y remuneradas, y lo crean exclusivamente personas inmigrantes, refugiadas y solicitantes de asilo.
En estos meses de trabajo, Ecolectia ha buscado mediante la colaboración con algunas asociaciones como Impulsem, Fundació APIP, CEAR o Servei Solidari y también el servicio municipal de SAIER, candidaturas de hombres y mujeres migrados que quisieran apostar por nuestro proyecto y finalmente hemos tenido compañeros de América, África y Asia.
Con la apertura del proyecto contamos con la indispensable ayuda de Romuald, un compañero del Congo que ahora reside en Francia y que ha sido el gran apoyo comercial desde el día uno. Su experiencia nos ayudó también a comprender que en la contratación laboral sigue habiendo una discriminación racial que no queremos ver y que aún hemos de superar.
Otro compañero que nos ayudó desde el principio es Shukhrat de Kirguistán, un chico solicitante de asilo al que regularizamos su situación, formamos y ayudamos con el idioma. Muchas de las empresas de servicios (gestores, banca, inmobiliarias) desconocen la efectividad de una tarjeta roja de solicitante de asilo que tras 6 meses le permiten hacer una vida regular como un ciudadano más mientras que no haya una resolución firme sobre su caso, que con los pocos medios con los que cuenta el Ministerio, puede prolongarse en años.
El caso del compañero Jamal de Siria era diferente. Este futuro odontólogo al que deseamos muchos éxitos en su carrera profesional, es refugiado, un estatus que se otorga según la situación de origen y aunque la guerra siria es muy mediática, sigue habiendo conflictos en todos los continentes que están silenciados. Desde luego, esperamos que con casos como el suyo nos ayude a visualizar las hazañas que muchas veces han de superar los ciudadanos refugiados que desean salvar su vida entrando en Europa.
Finalmente, nuestra última incorporación es Carolina de Venezuela, la integrante femenina del equipo que queríamos conseguir desde hace tiempo.
En este caso también es interesante destacar desde nuestra humilde experiencia con candidatos y candidatas que la fractura del género es un hándicap a superar: muchas mujeres migradas no tienen la formación, ni la experiencia, ni el conocimiento del idioma de los hombres, limitándose su estancia en Occidente a ser amas de casa o mujeres con trabajos de poca visualización como limpieza y servicios domésticos. Este colectivo migrante debería tener más medios de apoyos para empoderarlas y que puedan escoger en igualdad de condiciones que el varón y tener protegidos todos sus derechos.
Además hay que recordar que Carolina, que es una excelente trabajadora, viene de Venezuela, un país que ha visto huir a cientos de miles de compatriotas, siendo la nacionalidad con más solicitantes de asilo que tiene España. No habría que ser equidistantes para señalar el drama humano de las familias venezolanas que huyen, por motivos ideológicos o económicos, de un régimen al que no supimos criticar en su momento.
La inmigración es un fenómeno humano natural y desde Ecolectia nos sumamos al grito de los actores que exigen a los gobiernos nacionales y comunitarios unas vías seguras y una política de asilo más garantista y eficiente. Nuestro equipo será siempre de diferentes nacionalidades porque creemos que la diversidad ha sumado y seguirá sumando.
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