Max Havelaar: el cuento hecho realidad
Un distintivo reconocido siempre es garantía de calidad, y en nuestro caso, empezamos esta sección de artículos explicando cuál es el origen del primer distintivo Fair Trade. Para conocer la historia original tenemos que irnos al primer sello de Comercio Justo, llamado Max Havelaar.
Sello original de Comercio Justo
Surge en 1988 en plena crisis de los precios del café, en que su valor en el mercado internacional se veía completamente fulminado y los agricultores apenas tenían beneficios. En un claro esfuerzo por ampliar los medios de distribución de comercio justo, más allá de las ya existentes en aquel momento tiendas solidarias, en los Países Bajos se quería ampliar la distribución a nuevos canales y llegar así a los puntos de venta tradiciones y que el consumidor supiese que estaba ante un producto de comercio justo con un valor añadido a diferencia de los otros de la misma naturaleza que en la misma estantería, no eran de comercio justo.
Nico Roozen
“Solidaridad” era el nombre la agencia holandesa que desarrolló e ideó este primer sello de la mano del economista Nico Roozen y su socio cooperante Frans van der Hoff que trabajaba principalmente con el café en Sudámerica y donde había terribles consecuencias políticas que afectaban a las familias productoras. Para ello, Nico y Frans tomaron como referencia una obra literaria conocida por los holandeses: la novela “Max Havelaar” escrita por Eduard Douwes Dekker, alias Multatuli.
Frans van der Hoff en una cooperativa cafetera
Este título famoso narra la historia de los recolectores del siglo XIX en las plantaciones cafeteras de la Isla de Java, donde su protagonista intenta luchar contra el expolio de los grandes colonos sobre los pequeños agricultores en que mediante tributos, tasas y precios leoninos, hacían que los europeos se beneficiasen y enriqueciesen a costa de un empobrecimiento paulatino de las poblaciones indonesias que dependían del cultivo del café. Este libro en el siglo XX sirvió, no sólo para sensibilizar a los holandeses sobre los abusos de su Corona en sus dependencias de ultramar, sino para despertar una concienciación de los propios pueblos colonizados que acabaría, como es bien sabido por todos, con las grandes olas de descolonización.
Portada original del libro de Multatuli
El problema, más allá del relato de Max Havelaar que gracias a Multatuli años más tarde ayudaría a forjar un cambio político, fue que no creó un cambio económico y sigue habiendo una dependencia desequilibrada entre el productor de la antigua colonia y el consumidor de la metrópoli. El sello de Fair Trade original fue una manera innovadora de aumentar las ventas de un producto ético y a su vez dar un plus de calidad y confianza para el consumidor final.
Del Max Havelaar originario del café, se pasó al Max Havelaar – International Fairtrade para el resto de productos producidos en países en vías de desarrollo, creando actualmente el sello con mayor reconocimiento mundial tras tres décadas en el mercado que utilizan cada vez más empresas privadas, la mayoría de las oenegés y está estampado en una gran variedad de materias primas.
Sello Fairtrade Max Havelaar y sus aplicaciones:
De un libro a un cambio global. Te contamos esta pequeña historia para que también sepas que con pequeños gestos se pueden producir grandes transformaciones, lo cual es un mensaje fantástico para reconsiderar cada acto que hagamos.
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